Los 3 pasos principales para crear riqueza a largo plazo

Publicado por David L.

Cómo crear riqueza es un tema que puede suscitar un acalorado debate, promover extravagantes planes para hacerse rico rápidamente o llevar a la gente a realizar operaciones que de otro modo nunca se plantearían. 

Pero, ¿son los "tres sencillos pasos para crear riqueza" un concepto engañoso?

La respuesta es no. Pero aunque los pasos básicos para crear riqueza son sencillos de entender, son mucho más difíciles de seguir.

Básicamente, para acumular riqueza a lo largo del tiempo, hay que hacer tres cosas:

Ganar dinero: Antes de empezar a ahorrar o invertir, necesitas tener una fuente de ingresos a largo plazo que sea suficiente para que te quede algo después de cubrir tus necesidades y deudas.

Ahorrar dinero: Una vez que tengas unos ingresos suficientes para cubrir tus necesidades básicas, desarrolla un plan de ahorro proactivo.

Invierte dinero: Una vez que hayas reservado un objetivo de ahorro mensual, inviértelo con prudencia.

Puntos clave a la hora de crear riqueza

  • Existe una fórmula básica para crear riqueza: ganar más dinero del que se gasta, evitar las deudas e invertir los ahorros con prudencia.
  • El primer paso es ganar suficiente dinero, lo cual es más fácil si haces un trabajo que te gusta, en el que eres bueno y que te paga bien.
  • El segundo paso es ahorrar suficiente dinero, lo que puede requerir un presupuesto y una planificación disciplinados.
  • Según este método básico de creación de riqueza, el tercer paso es asumir un poco de riesgo y realizar inversiones prudentes.

Entender los 3 sencillos pasos para crear riqueza

Paso 1: Ganar suficiente dinero 

Este paso puede parecer elemental, pero para los que acaban de empezar o están en transición, es el más fundamental.

La mayoría de nosotros hemos visto tablas que muestran que una pequeña cantidad ahorrada regularmente y compuesta a lo largo del tiempo puede llegar a constituir una riqueza sustancial. Pero esas tablas nunca cubren la otra parte de la historia. ¿Está ganando lo suficiente para ahorrar en primer lugar?

Ten en cuenta que sólo puedes reducir los gastos hasta cierto punto. Si tus gastos ya están reducidos al máximo, deberías buscar formas de aumentar tus ingresos. Además, ¿eres lo suficientemente bueno en lo que haces y lo disfrutas lo suficiente como para poder hacerlo durante 40 o 50 años y ahorrar ese dinero?

Hay dos tipos básicos de ingresos: los ganados y los pasivos. Los ingresos ganados provienen de lo que "haces para vivir", mientras que los ingresos pasivos se derivan de las inversiones.

Aquellos que están empezando su carrera o en un cambio de carrera pueden empezar con cuatro consideraciones para decidir cómo obtener sus ingresos ganados:

  • ¿Qué le gusta? Tendrás un mejor rendimiento y más probabilidades de éxito económico si haces algo que te gusta.
  • ¿En qué eres bueno? Fíjate en lo que haces bien y en cómo puedes utilizar esos talentos para ganarte la vida.
  • ¿Qué es lo que está bien pagado? Busca carreras que utilicen lo que te gusta y haces bien y que cumplan tus expectativas financieras.
  • ¿Cómo conseguirlo? Determina los requisitos de educación, formación y experiencia necesarios para seguir tus opciones.

Tener en cuenta estas consideraciones te pondrá en el camino correcto. La clave es tener la mente abierta y ser proactivo. También debes evaluar tu situación de ingresos periódicamente, pero al menos una vez al año.

Paso 2: Ahorrar suficiente dinero

Ganas suficiente dinero, vives bastante bien, pero no estás ahorrando lo suficiente. ¿Qué ocurre? La principal razón por la que esto ocurre es que tus deseos superan tu presupuesto. Para elaborar un presupuesto o encarrilar el que ya tiene, pruebe estos pasos:

  • Controla tus gastos durante al menos un mes: Puede utilizar un programa informático financiero que le ayude a hacerlo. Asegúrese de clasificar sus gastos. A veces, ser consciente de cuánto gastas puede ayudarte a controlar tus hábitos de gasto. 
  • Recorta lo innecesario: Desglosa tus deseos y necesidades. Las necesidades de comida, alojamiento y ropa son obvias, pero también hay que tener en cuenta las necesidades menos obvias. Por ejemplo, puedes darte cuenta de que almuerzas en un restaurante todos los días. Llevar tu propio almuerzo al trabajo dos o más días a la semana puede ayudarte a ahorrar dinero.
  • Ajústate en función de tus necesidades cambiantes: A medida que vaya avanzando, es probable que se dé cuenta de que ha presupuestado en exceso o en defecto un elemento concreto y tenga que ajustarlo.
  • Construye tu colchón: Nunca se sabe realmente lo que está a la vuelta de la esquina. Intenta ahorrar entre tres y seis meses de gastos. De este modo, estarás preparado para hacer frente a contratiempos financieros, como la pérdida del empleo o un problema de salud. Si el ahorro de este colchón le parece desalentador, empiece con algo pequeño. 
  • Hazte con una aportación: Contribuya a los planes de pensiones personales o de empresa, e intenta desgravar el máximo permitido. 

El paso más importante es distinguir entre lo que realmente necesitas y lo que simplemente quieres.

Encontrar formas sencillas de ahorrar un poco de dinero extra aquí y allá puede incluir programar el termostato para que baje la temperatura cuando no estés en casa, usar gasolina normal en lugar de premium, mantener los neumáticos completamente inflados, comprar muebles en una tienda de segunda mano de calidad y aprender a cocinar.

Esto no significa que tengas que ser ahorrativo todo el tiempo. Si estás cumpliendo tus objetivos de ahorro, deberías estar dispuesto a recompensarte y derrochar (una cantidad adecuada) de vez en cuando. Se sentirá mejor y estará motivado para ganar más dinero.

Paso 3: Invertir el dinero adecuadamente

Estás ganando suficiente dinero y ahorrando lo suficiente, pero lo estás poniendo todo en inversiones conservadoras como la cuenta de ahorros normal de tu banco.

Eso está bien, ¿verdad? Pues no. Si quieres construir una cartera considerable, tienes que asumir algún riesgo, lo que significa que tendrás que invertir en valores. Entonces, ¿cómo determinar cuál es el nivel de exposición adecuado para usted?

Empiece por evaluar su situación. El CFA Institute aconseja a los inversores que elaboren una declaración de política de inversión.

Para empezar, determine sus objetivos de rentabilidad y riesgo. Cuantifique todos los elementos que afectan a su vida financiera, incluidos los ingresos del hogar, su horizonte temporal, las consideraciones fiscales, el flujo de caja o las necesidades de liquidez, así como cualquier otro factor exclusivo de usted.

A continuación, determine la asignación de activos adecuada para usted. Lo más probable es que tenga que reunirse con un asesor financiero, a menos que sepa lo suficiente como para hacerlo por su cuenta. Esta asignación debe basarse en su declaración de política de inversión.

Lo más probable es que su asignación incluya una mezcla de efectivo, renta fija, acciones e inversiones alternativas.

Los inversores con aversión al riesgo deben tener en cuenta que las carteras necesitan al menos cierta exposición a la renta variable para protegerse de la inflación.

Además, los inversores más jóvenes pueden permitirse asignar una mayor parte de sus carteras a la renta variable que los inversores de más edad, porque tienen el tiempo a su favor.

Por último, diversifique. Invierta su exposición a la renta variable y a la renta fija en una gama de clases y estilos. No intente cronometrar el mercado.

Cuando un estilo (por ejemplo, el crecimiento de gran capitalización) tiene un rendimiento inferior al S&P 500, es muy posible que otro lo supere.

La diversificación elimina el elemento temporal del juego. Un asesor de inversiones cualificado puede ayudarle a desarrollar una estrategia de diversificación prudente.

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